Archivo mensual: agosto 2012

Calle de El Hatillo


BookCrossing: la biblioteca mundial

 

Si imaginamos que nuestros libros tienen voluntad propia y puedan viajar, «la biblioteca mundial» es lo más cercano a la realidad. En todo caso, un libro leído solo una o un par de veces por su dueño, y terminar en la biblioteca agarrando polvo, es desperdiciar su vida útil. Las novelas, biografías, cuentos y atlas deberían ser leídos varias veces. Y para garantizarlo, está el movimiento llamado Book Crossing.

«La travesía del libro» es una red en Internet en el que sus miembros comparten sus libros a aquellos que estén interesados en leerlos. En todo el mundo. Pero a nadie le gustaría dejarle su libro a un desconocido, y para ello se sigue una serie de pasos para registrar la obra en la página web oficial y así no perderle el rastro. Lo interesante es que, una vez que «liberes» a tu libro, puedes saber en qué país o ciudad se encuentra y quiénes lo han leído.

Así que la idea es que, si te encuentras un libro en un parque, una cafetería, en la universidad o en uno de los puntos destinados para el intercambio, y tiene la etiqueta de Book Crossing, lo leas y después se lo pases a otra persona, no sin antes introducir el código de la etiqueta en la página web. Por supuesto, es una actividad que necesita de mucha organización por parte de sus miembros.

El Book Crossing se practica mucho en EE.UU, Alemania, Reino Unido, Holanda, Francia, Canadá, Australia y España. Está presente en 139 países y la idea es que más personas se integren para que compartan sus libros.

 

A la venezolana

¿Es difícil pensar que se pueda hacer algo parecido en Venezuela? No sería descabellado. Según cifras del Centro Nacional del Libro (Cenal), para 2012 Venezuela se ubica en el tercer puesto de lectoría en el continente latinoamericano. Pero de ahí a dejarle tus libros a unos desconocidos hay un buen trecho.

Actualmente, en Chacao se realiza cada pocos meses un cambalache de libros. Es lo más cercano que tenemos al Book Crossing. Agarras un libro que tengas y que ya lo leíste (o que no quieras tener) y lo cambias por el que más te agrade. Fui al último en la plaza Los Palos Grandes y conseguí obras como Oliver TwistEl Viejo y el MarEl Retrato de Dorian GreyPantaleón y las Visitadoras. Claro, se encuentran en tan mal estado que casi por seguro que los volveré a cambiar apenas termine de leerlos.


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